El "amado patriarca del solar artiguense", como lo evocara Eliseo Porta, nació el 19 de marzo de 1880 en India Muerta, departamento de Maldonado, dos meses después departamento de Rocha, pero en Artigas arraigó su hogar, donde fue un dinámico propulsor de toda noble iniciativa y removedor de sanas inquietudes.
En 1910 ingresó en San Eugenio al Batallón de Infantería Nº 8, fundó su Biblioteca, dirigió la construcción del Polígono y fue uno de los más activos propulsores del Liceo Departamental.
En 1912 fue designado Oficial Primero de la Jefatura Política y de Policía por el presidente Batlle y Ordóñez, y en el desempeño de ese cargo estructuró un reglamento que fue aprobado no sólo para Artigas, sino también para todo el país.
Fue miembro de la Asamblea Representativa y como presidente del Concejo Departamental (ejerció el cargo de Concejal desde 1920 a 1928), proyectó la legislación municipal, hasta entonces completamente anticuada, dispuso la plantación de árboles en los alrededores de la ciudad, proyectó numerosas iniciativas como la de dar el nombre de Artigas a la capital departamental y restituir la denominación primitiva a la entonces Santa Rosa, que pasó a llamarse nuevamente Bella Unión.
Allí proyectó la construcción del muelle, escollera, playa y camino a Salto.
Como periodista brindó su pluma a todo lo que sentía su corazón generoso. Escribió primeramente en Salto en "Ecos del Progreso", "La Tarde" y la Revista del Batallón de Infantería Nº 3 y fue, conjuntamente con el Dr. Antonio Grompone, corresponsal de "El Tiempo", de Paraguay.
En Artigas dirigió en 1933 el semanario avancista "Hacia el futuro" , de vida efímera, redactado por estudiantes y colaboró en "La Campaña" y en "El Anunciador", que dirigieron José Vázquez y Domingo Onetti, respectivamente y en "Nuevo Régimen", "La Verdad" y "Principios".
Por su iniciativa se erigió el Obelisco a los héroes de 1825, de la plaza Batlle y Ordóñez. Obtuvo el proyecto del Arq. Américo Ricaldoni, el granito con Francisco Piria, el bronce con el ingeniero Serrato y aún su construcción con el ingeniero Eduardo Roda.
El granito que Piria regala para el monumento fue, en principio, un enorme monolito de unos 40 metros que, por dificultad de su traslado, no fue aceptado.
Es también obra suya el haber salvado de su destrucción el ombú de las escuelas España y Artigas y el Ibirapitá que hoy se encuentra frente a la estación de A.F.E.
También en su homenaje dona Venancia Ramos de Ramos donó diez hectáreas de campo para que se erigiera un parque en el lugar donde se considera fue muerto por los charrúas el coronel Bernabé Rivera, aunque aún nada se ha hecho en tal sentido.
Fue profesor de Historia del Liceo Departamental, que lo contó entre sus más destacados docentes en treinta anos de actuación.
Su entrañable amor al Partido Colorado fue parte misma de su ser.
Unió sus destinos a doña Elisa Saint Martin, que le dio tres hijos; Ariel, prestigioso profesor de Historia en el Liceo Departamental y en los cursos de Preparatorios y presidente de la Junta Departamental de Artigas con el advenimiento de la Democracia; Eladio, ingeniero, innovador de técnicas y Saúl, conceptuado bancario.
En 1959, en ocasión del homenaje que le tributara el pueblo de Artigas y sus instituciones, el Concejo Departamental le hizo entrega de una medalla declarándolo ciudadano artiguense.
Falleció Don Eladio, como es recordado con afecto por los artiguenses, en la primeras horas de la mañana del 14 de abril de 1972.
Se dijo entonces que "la fuerza de su vida perdurará con características ejemplares en el historial de nuestro Departamento."
Tomado de la colección Los Departamentos: Artigas - Editorial Fin de Siglo 1998
© José Salvador Da Costa - compilador